EL ESTORNUDO:
Iván Molina Giménez, propone su obra a modo de metalenguaje con el fin de hacernos reflexionar sobre el papel en que se encuentra el arte actual, los artistas y la institución artística en su conjunto. Su obra “El Estornudo” intenta expresar, basándose en un impulso, una satirización de su visión sobre el resultado final del arte y su profundo desprecio al halo de mercantilización que se esconde detrás de los procesos creativos actuales. Para ello, Iván utiliza su propia imagen a fin de mostrar que el arte ha tocado fondo; la misión del arte es analizar y reflejar lo que le está pasando al hombre, transmitir un mensaje, decir la verdad. Pero el arte en la actualidad, por otro lado, está dentro del mercado; se nutre del mismo, y está en manos del dinero, siendo este imprescindible para su realización, producción, exposición y distribución, por tanto la verdad que debe contar queda secuestrada y manipulada por quien pone el dinero; el ayuntamiento que subvenciona, la productora, la galería, la editorial etc. El artista se refugia en convertirse a sí mismo en una simple marioneta fácilmente moldeable; y su obra (el mensaje) una herramienta direccional y censurable, creando arte comercial en el que adquiere más importancia la rentabilidad que el concepto, que lo intrínseco del artista; su expresión y su técnica. Además, la creatividad se ve secuestrada ante la ansiedad constante de reinventarse en el mercado del arte, buscando como aliado principal el abuso de la excentricidad como medio de difusión y repercusión mediática. Todo ello, queda ejemplificado en esta obra, donde el artista intenta poner precio a su propio estornudo.
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